Llegamos con nuestras cámaras, y nos esperaba toda la familia de punta en blanco como si se tratara de algún tipo de festejo; el sol, nuestro principal aliado, no dejaba de brillar, y lograba en las imágenes, un momento lleno de magia, difícil de explicar.
Los integrantes eran abuelos, sus dos hijas y 4 nietos. La más pequeña tenía sólo meses. También había una perrita, Rosita, que participó de la sesión. Nueve integrantes en total.
Ese día fue mágico, logramos fotos increíbles y momentos que quedarán grabados para siempre.
Una de las integrantes de esta familia y sus dos hijitas no viven en Argentina, así que llegamos un día previo a su partida con la caja de fotos impresas y el clima que se generó cuando todos querían ver las fotos, nos hizo acordar a esa atmósfera que se generaba cuando antes esperábamos ansiosos el revelado analógico, eso mágico que tiene el papel cuando nuestros recuerdos se imprimen para siempre en él.











